miércoles, 2 de enero de 2008
FELICITACIONES
FINALIZA PROYECTO CULTURAL TPH
Festival Literario de talleres de
TPH cumplió con las expectativas
El evento tuvo como protagonista a exponentes de los talleres literarios “Escritores Jóvenes” y “Edén y Lujuria”, ambos de la fundación, además de la participación de distinguidos escritores de la zona.
La actividad realizada el sábado 29, en el local La Cocina, ubicada en Paicaví 246, significa el fin del ciclo literario patrocinado por la fundación TPH y cada uno de sus talleres. Todo inicio con el proyecto presentado al Fondo del Libro y la Lectura y que tuvo como punto fuerte, el concurso para literatura joven en la Región del Bío-Bío, en septiembre de 2007.
El encargado de organizar el evento fue el taller de Escritores Jóvenes. Pero el Festival Literario contó con la presencia y participación de integrantes del taller Edén y Lujuria y otros escritores ya consolidados.
Durante las dos horas y media que duró el festival; literatura, danza y música tuvieron su espacio en lo que las 27 personas presentes calificaron como una tertulia amena. Incluso el cambio en el programa a última hora, no significó una mayor desorganización del evento puesto que fue clave la ya consolidada comunicación de cada uno de los presentes.
A las 16:30 inicia la actividad con la bienvenida de Camila Varas y Francisco Parra, encargados de la conducción del evento, ambos del taller de jóvenes. Jorge Núñez, poeta de la comuna de Penco, fue el encargado de realizar la charla con el eje central de la palabra, donde el escritor realiza una extensa revisión de la importancia de la palabra para el hombre tanto en el aspecto social, racional y religioso.
“Es gratificante para personas de mi edad, compartir ésta jornada con jóvenes talentosos, con todo un potencial literario por explotar” dijo Jorge Núñez, frente a los trabajos expuestos, dando hincapié en la calidad de cada uno de ellos.
Las presentaciones musicales, estuvieron a cargo de Francisco Parra y Jorge Reyes, guitarra y voz respectivamente. Más tarde fue el turno de Diego Gálvez, quien realizó un espectáculo que fusionó danza y música. “Considero que estas iniciativas son atractivas para personas de mi edad, además de entregarnos espacios para poder expresarnos, sin importar la distintas generaciones del público” agregó Gálvez.
19:00 horas y la ceremonia llega a su fin, los presentes se van satisfechos por la jornada. Comprometidos además, para continuar con las actividades literarias para marzo de 2008, pero ya no se menciona el funcionamiento de dos talleres, sino de un taller único que según palabras de Cesar Valdebenito, director de ambos espacios culturales y el gran ausente en el festival del sábado 29, se complementaran la potencialidad de los jóvenes con la voluntas de las personas adultas.
Origen: Edén y Lujuria
El punto de inicio para ambos talleres se remonta cuando Yesica Venega, coordinadora de talleres literarios de TPH, envía un proyecto al fondo del Libro y la Lectura. Proyecto en el cual, se busca otorgar espacios al desarrollo cultural, literario principalmente, en la región. Finalmente se logró su financiamiento.
Como fundación, en TPH está presente el tema de ponderar espacios al incluir capacitación para adultos y micro-emprendedores, así como entregar apoyo a la empleabilidad independiente. Las proyecciones estaban por muy debajo de los resultados finales, los cuales de manera satisfactoria las superaron finalmente.
María Fierro, posee vínculos desde 2001 con la casa central de Trabajo Para un Hermano (TPH) en la octava región. Motivada, al igual que muchas mujeres, en buscar de espacios de expresión. En la actualidad se desempeña tanto en el taller Edén y Lujuria, como encargada de la logística en la sede ubicada en Juan de Dios Rivera 1364, Barrio Norte.
Su vinculación con la literatura se remonta al año 2000, cuando recibió una invitación para participar en el concurso Historia de Patos Buenos, que tenía como principal intención escribir de temas constructivos referentes a la comunidad, frente a un creciente periodismo que analiza las noticias con un enfoque negativo.
“Participé con el escrito 20 historias y un sueño, quedando seleccionada entre las veinte mejores. Fue Yesica Venega quien me motivó a que me integrara y participara de actividades literarias de TPH, dirigidas a mujeres adultas” comentó.
Con el pasar del tiempo, se consolidó lo que hoy se conoce como Taller Literario Edén y Lujuria. Como una iniciativa para insertar la cultura en Barrio Norte, sector en donde vive la mayoría de las integrantes.
Inicios: Escritores Jóvenes
En su primera instancia el Taller de Escritores Jóvenes se formó a partir de los ganadores y menciones honrosas del concurso de septiembre, a quienes se les invitó participar de manera activa en la realización de un taller gratuito los sábados de 11:00 a 13:00 horas. Con el pasar del tiempo el grupo se redujo, pero no significó una desmotivación para quienes continúan siendo miembros.
“La parte fuerte del proyecto es la realización de un concurso literario que incluía a niños y jóvenes de la región, del cual a mi me correspondió la difusión de dicho concurso en otras provincias contactándome e incentivando la participación en liceos y colegios” recalca María Fierro, indicando además que fueron más de 200 textos que concursaron, superando toda expectativa de los organizadores.
“De todos los proyectos que se adjudicó la fundación el 2007, en términos literarios, éste fue el más potente” agregó. Por lo cual, no se descarta la posibilidad de un llamado a un nuevo concurso.
Ricardo Cisterna, miembro del taller literario Escritores Jóvenes comenta que esta experiencia resultó agradable y no duda en poder participar el 2008. “Ya se ha logrado un gran lazo de amistad entre los participantes, si bien empezamos 16, ganadores y menciones honrosas del concurso, en la actualidad somos ocho, que cada sábado nos reunimos y compartimos nuestros trabajos”.
El actual alumno de Ingeniería Civil Informática en la Universidad de Concepción, declara haber sido un buen lector a temprana edad, como es el caso de la mayoría de los participantes del taller, quien ya a los catorce años comenzó de lleno en la literatura
Participó en el concurso, al enterarse de éste en el liceo, obteniendo una mención honrosa y la invitación a participar en el taller gratuitamente. “He intentado antes participar en algún taller, pero el factor tiempo y los recursos no me lo permitían” concluyó.
Comunidad virtual
Otra parte del proyecto fue generar encuentros cara a cara con escritores ya consolidados. Comenzando con aquellos que fueron jurados del concurso. El objetivo fue crear una comunidad virtual de escritores que incluya ambos talleres, el jurado del concurso Literatura Joven en la región del Bio-Bio y escritores invitados, para un crecimiento y desarrollo en conjunto.
“Los chicos tienen un blog, al igual que los adultos” comenta María Fierro. “Pero, en lo personal, complica participar en estas nuevas tecnologías… no digo que no sean efectivas para darnos a conocer lo que hacemos y quienes somos, como una propuesta cultural, sólo me refiero la siempre significativa brecha generacional” concluyó.
La idea de los blog es una forma para mantener el seguimiento y ver como se va evolucionando, por medio de comentarios y críticas entre ambos talleres. A su vez entrega mayor participación a cualquiera que llegué a ingresar tanto a la dirección del taller de Escritores Jóvenes http://tallerescritoresjovenes
Pero como ya fue mencionado, de boca de María Fierro, se aprecia como las intenciones de César Valdebenito, director de ambos talleres literarios de TPH, pretende consolidar para 2008, un único taller, donde jóvenes y adultos tengan la oportunidad de participar y puedan hacer críticas. Esto entregaría a esta comunidad de escritores virtuales un espacio físico donde poder seguir desarrollando los lazos literarios.
Por Jorge R. Reyes Núñez
Alumno de Periodismo
Universidad de Concepción
Concepción- Chile
CIERRE PROYECTO CULTURAL TPH
lunes, 17 de diciembre de 2007
COMUNIDAD LITERARIA VIRTUAL
Un nuevo encuentro de la comunidad literaria virtual se realizó este domingo 16 en la fundación TPH. Con una lectura literaria y un cóctel se cerro el evento que duró siete horas. Entre los escritores que pertenecen a esta comunidad encontramos a; Javier Bello, César Valdebenito, Rodrigo Palominos, Francisco Javier Parra, Camila Varas B., Marta Tapia, Maritza Martinez, Roberto Garay, Marisol Montero, María Fierro, etc, etc...
SALUDAMOS A LA QUE FUE DESIGNADA EN FORMA DEMOCRATICA POR EL GRUPO PARA ADMINISTRAR LA COMUNIDAD VIRTUAL Y LE BRINDAMOS TODO NUESTRO APOYO CAMILA BARAS B.
Por otro lado la comunidad literaria virtual desea felicitar a Javier Bello por el Premio Pablo Neruda 2007.
miércoles, 12 de diciembre de 2007
JOSÉ GALDAMES
LUGAR NATAL
Paso a paso las piedras se vuelven calles
el verde exhala un…..” aire fantasmal”.
Extraigo de la tierra treinta años
pupilas buscaron sin encontrar
solo nostalgia, llanto interno
deseaba una historia nueva
cubriéndome y respirando entre ellos.
En tus entrañas de nuevo
me embriagas, sonríes
persiste tu aroma natal.
MARTES
Circulo amigable
semanario esperado
textura de risas
pinceladas de ímpetu
parto de versos
discrepan, coinciden
me lleno de ideas
disfruto ¡como disfruto!
la novena lo dibuja como línea
un cigarrillo me consume
pasos te observan
mi espalda te abraza.
ARBOL VIEJO
Grietas en el rostro
anillos de crecimiento
en ellos cuantas cosas.
Tus ojos se caen pequeños
sol, trabajo, todo
quemaron tu natalidad.
Hombre senil
hueles a flores
inerte en recuerdos
atrás vienen mas.
Otras historias, otros versos.
ETEREO
Soñé que la distancia física era real
que el rostro y los ojos ya no mordían
Mi abejita viste de colores nítidos
y crece como un jardín .
Una imagen etérea me abraza
sus caricias me adormecen
Soñé con mis hijos y sus hijos,
con ellos tocaba solos del alma.
Es de mañana, tu mirada ambigua
busca lo débil para cercenar momentos
haciendo surcos de pena, alejando la armonía.
CARETAS
Piedra gélida, sin latidos
labios secos, muerden
voz grave, podría ser bella
pero exhala veneno.
Árido ambiguo, lleno de caretas
timbre de voz inventado
engañas a cuantos
tu rostro amargo ocultas.
Tienes marcas en tu forma
ellas te dan movilidad
te justifican, amparan
yo se quien las tallo
te molesta que conozca.
Cuanto tiempo escucho tu erosión
cuanto tiempo bebo tu aliento
cuanto tiempo escapo a tu sombra
a veces anhelo que ya no haya.
Hace unos años, te astillaste
pequeño cuerpito distinto
ojitos tranquilos, me quieren
mis brazos lo lijan, suavizan
es algo bello, lo amo.
Quizás esta piedrita
desenmascare tus disfraces
y me acompañe en octubres
hasta el momento aquel sin días.VIBRATOS
Pequeño y delicado cuerpo
te conocí hace mucho, ahora mi amiga.
Desde tus cavernas hermosamente delineadas
surgen vibratos, lamentos, aún quejidos.
Mis manos cubren tu cuerpo como caricia
permites que mi alma tenga imagen
mi voz se extiende con tu ayuda.
Entonces la estatura crece
un canto mágico alumbras
tus labios besan los oídos.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
UNA CONVERSACIÓN LITERARIA ENTRE BELLATÍN Y CÉSAR VALDEBENITO
Bellatín formuló cuatro preguntas al escritor chileno César Valdebenito
¿Qué nos puedes decir del tiempo de “El Amante de
Rememorar la época de “El Amante de
En cada “Amante”, hay una colección de secretos que no sabremos nunca y exhiben una violencia impecable, que puede extenderse al entorno. Pasábamos por períodos y en cada período, había una maquinaria humana que funcionaba como un engranaje y en muchas ocasiones, sencillamente, ese engranaje fallaba o no funcionaba, por razones imposibles de discernir. Recuerdo a Natalia Vogel, cada vez que publicaba algo, era como una confesión parecida a una mueca; los textos de Juan Herrera y de Damsi Figueroa; todos los ejemplos son intercambiables: David Preiss pudo ser Damsi Figueroa, y Herrera, Natalia Vogel. O al revés. Todos contra todos porque, incluso, la condición póstuma de algunos de esos textos, no aseguraba nada. Allí, la sorpresa era una forma de valentía; la futilidad, un asunto estético. Es, como dice Sandor Marai, “la sospecha de que esas bagatelas se convertirán en las piedras preciosas que estaban llamadas a ser”. De vez en cuando alguien me dice, que por ahora se le antoja, que tal vez sea mejor leer los pasquines que leer novelas. Más honesto. Más riesgoso. Más sano. Mal que mal, posee ese olor a camarín (donde la intimidad se propone como un paisaje a ser conquistado), que hiede como una forma de revancha, mientras convive con el egoísmo o la fascinación de una lengua distraída o concentrada sobre sí misma. Y en esos momentos, el pasquín se transforma en la posteridad incómoda, en la intuición de un secreto falso en la bruma, acaso en una revelación sumergida en el agua.
¿Quiénes más publicaban?
¡Muchos!: Leonardo Ojeda, Rodrigo Lira, Alejandro Zambra, Pedro Aldunate, Andrés Anwandter, Nicolaz Díaz, Alejandro Anabalón, Luís Rebolledo, Lebemel, etc, etc, etc…muchos poetas y por supuesto, también a cuentistas: Andrea Maturana, Marjorie Mardones, Italo Nochetti, María José Viera Gallo, es decir, a los que estaban escribiendo el palincesto de la literatura; muchos de ellos destacables; otros, definitivamente, descartables, pero aunque alguno de estos autores, fuera capaz de sobresalir, su mérito podía pasar desapercibido, sepultado por la variedad de las cosas y arrojado a la miscelánea general de la vida. El que perseguía la fama con su escritura, solicitaba la atención de una multitud veleidosa entre los placeres, o inmersa en sus negocios, o sin tiempo para las diversiones intelectuales; apelaba a jueces dominados por las pasiones, corrompidos por los prejuicios, que frustran la aprobación de nuevas obras. Algunos eran demasiado indolentes y nos leían porque se había cimentado la reputación; otros, eran demasiado envidiosos para promover esa fama.
Cada vez que se sacaba un “Amante”, la atención se disipaba, la memoria se sobrecargaba, la imaginación parecía coartada, la mente la ensombrecía las preocupaciones, el cuerpo languidecía por cada segundo que dejaba escapar por intenciones, que poco tenían que ver con el pasquín. Se trabajaba sobre un tema insulso, hasta que era demasiado tarde para cambiarlo; los pensamientos se difuminaban, la ansiedad se tornaba desmedida, y la apremiante hora de la publicación no permitía que el discernimiento lo revisara o borrara o redujera… nada es más evidente, que la decadencia de los años debe concluir con la muerte; y no obstante no hay nadie que no crea que puede seguir viviendo otro año; por esto mismo, no había nadie del pasquín que deseara que la publicación no sobreviviera otro año… Nada estaba asegurado, sin embargo ¿cómo podíamos distinguir el trabajo del pasquín, la vida literaria del pasquín y el pasquín? Habíamos inventado una vida literaria, podíamos registrar los acontecimientos todos los días y nadie, tan lejano como un lector, llegaría a distinguir la delgada línea entre los sucesos reales y la ficción, entre la ficción y la especulación sin forma; entre la especulación sin forma y ese magma literario que se fraguaba. Así, el tiempo pasó. El último año, el último día, llegó. Llegó y pasó. La vida de ese pasquín, que nos hizo la vida más agradable, tocó a su fin, y las puertas de la muerte se cerraron sobre nuestras esperanzas.
¿Fue una calamidad?
Estas son las calamidades, mediante las cuales la providencia nos hizo perder, gradualmente, el amor a la vida. La fortaleza podría repeler otros males y la esperanza mitigarlos, pero la irreparable privación, no dejaba nada con lo que mostrar resolución o halagar nuestras esperanzas. Nos enfrentábamos a todas las guerras posibles, hablábamos sobre la cultura contemporánea como resaca permanente, la mía y la de todos. Contemplábamos, cada semana, cada publicación como una catástrofe ya acontecida, sin negar parte de la culpa de ese caos o esa violencia. Desde luego, no pensábamos que se iba a morir. Pensábamos que el pasquín siempre iba a estar ahí, que nos atacaría con una nueva y violenta página que no leeríamos, pero que celebraríamos igual. Y, si en ocasiones, bordeábamos la caricatura, también éramos capaces de esbozar muecas aterradoras; era como sentirse al lado de la infinita tentativa fallida, de redactar la gran literatura chilena. Cada página consistía en una tierra fallida y yerma donde se redactaba la historia.
¿En fin, qué nos dejaron aquellas páginas literarias?
Allí, el sufrimiento apareció interpretado, en un momento el inmenso vacío literario apareció colmado; las puertas las abríamos ante todo nihilismo suicida. La interpretación de estas cosas –no cabe dudarlo- traía consigo un nuevo sufrimiento, más profundo, más íntimo, más venenoso, más devorador de vida. A pesar, de todo ello, el escritor y el lector quedaba así salvado, tenía un sentido leernos. En adelante, no era ya una hoja al viento, como una pelota del absurdo, del sin sentido, ahora se podía querer algo, por el momento era indiferente lo que quisiera, para qué lo quisiera y con qué lo quisiera; la voluntad misma estaba salvada. Allí había una risa fundida en una experiencia puramente estética, libremente hedonista y cognitivamente poderosa.
EN LAS IMAGENES FOTOGRAFÍAS DE CÉSAR VALDEBENITO
martes, 20 de noviembre de 2007
LUIS REBOLLEDO
Espero acicalarte todas las velluras Y me des permiso del eterno Tomarte de
cuerpo dormido Demonio y pájaro Hacerme hombre aproximado Todo con la
edad
inmadura De poseer el ciclo entre la mirada y el cuerpo rodeado de absurdo.
sábado, 17 de noviembre de 2007
En busca de la literatura perdida
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Las letras, como reflejo de los sentimientos ocultos de los hombres, también son bienvenidas. Existen dos talleres que se enfocan en la producción e interpretación de escritos, bajo la supervisión de Cesar Adolfo Valdebenito poeta, escritor y ensayista. Uno dedicado a los jóvenes que se destacaron sobre el resto con sus obras, al decidir poner a prueba su lucidez, en el concurso literario convocado por la institución en agosto del presente, su día de encuentro es el sábado. El otro que existe desde el 2004,y se reúne los martes. .
Este último cuenta con número reducido de participantes. Analizan los ritmos y melodías de las obras de sus compañeros, fomentan la utilización del diccionario, reconocen las cacofonías en los relatos, aconsejan al autor, basándose en la percepción colectiva. “Se cometen errores de forma, de fondo, cuando están buscando un estilo o una manera de expresarse, equivocaciones que es necesario corregir”, comenta el maestro.
Estos espacios no son habituales, en el resto del país instancias como la descrita parecen una utopía. No se dan distinciones ni tratos diferentes por motivo de la edad u ocupación, pues todos pueden estar a un mismo nivel en posición de reconocer nuevos contenidos destinados para cada sesión,
El humor, las anécdotas, las ironías se sitúan como elementos esenciales de desenvolvimiento entre los presentes. Se manifiestan en la atmósfera aires de hermandad, comprensión, empatía y complejidad, con entusiasta disposición frente a los nuevos conocimientos. No sólo es necesario saber palpar el significado del texto, sino además identificar la correcta utilización de formas, técnicas e ideas correctamente hiladas. El acertijo consiste de dilucidar lo que el poeta pretende confesar al mundo.
Gracias a las posibilidades, los individuos desarrollan y pulen sus habilidades de comunicación social, respecto a sus sentimientos ocultos en lo más profundo de su ser. Aprender a pronunciar lo que se piensa en la sociedad, no es un camino fácil. El guía de la instancia, Valdebenito, se convierte en el mediador de los potenciales artistas con sus emociones e inconscientes. El crecimiento personal es notable.
Los gritos de la comunidad de mortales claman por oportunidades semejantes. Quizás sea la solución antes la falta de lectura en los chilenos. Sentir un libro como una herramienta y aliado de tertulias e insomnio, en lugar de encasillarse en pasatiempos que poco ayudan a su superación y valentía. Comprender el universo sumergido en la mirada de otro individuo que en algún momento pasó por los mismos problemas y cuestionamientos, puede orientar en la creación del slogan de la batalla con la propia vida y los obstáculos, que surgen como malezas entre las hermosas flores de primavera.
ver sus creaciones en http://tallerliterarioedenyluju
Escrito por:Francis Jiménez, Estudiante de periodismo, UDEC.
Publicada el jueves, 15 de noviembre de 2007
viernes, 9 de noviembre de 2007
AIDA MELLA
Por qué leer “La muerte de Iván Ilich”
De
León Tolstoi
“La muerte de Iván Ilich”, es una novela corta, del gran escritor ruso León Tolstoi, (1828-1910) publicada en 1886. La obra de Tolstoi, pertenece al movimiento artístico y literario que nació en la segunda mitad del siglo XIX llamado:”Realismo”. Movimiento literario, que se caracteriza porque sus representantes, reflejan en su escritura fielmente la realidad, lo cotidiano; empleando para ello un lenguaje coloquial y crítico frente a la sociedad de su tiempo; con personajes testimoniales que retratan cabalmente a las clases sociales existentes, los oficios, los problemas que les aquejan, el entorno donde viven, etc., es decir, la realidad, tal cual es, con los problemas propios de la existencia humana. Todas estas características están, magistralmente, desarrolladas en esta novela de Tolstoi.
La novela “La muerte de Iván Ilich”, es la narración del proceso que vive su protagonista, un abogado prestigioso, que ha alcanzado el éxito profesional y económico, luego de superar algunos obstáculos y de haber alcanzado cierto equilibrio en su vida familiar, cuando desarrolla una fatal enfermedad, que lo conducirá irremediablemente a la muerte. Es, en este proceso, que se cuestiona la vida “feliz”, que hasta ese momento cree haber tenido y se da cuenta, que todo su bienestar: económico, profesional y familiar que ha logrado, carece de valor y de ningún modo le evitarán el sufrimiento físico y emocional, ni la incertidumbre de no saber cómo afrontar la muerte que ve acercarse inexorablemente. Toma conciencia, mientras está postrado y en la soledad en que se encuentra, que la vida de los miembros de su familia sigue su curso y que él se ha transformado en un estorbo para ellos; que todos, salvo un criado, le mienten al decirle que sanará; que son incapaces de consolarlo y también, se da cuenta, cómo sus amigos y colegas, con los cuales se reunía constantemente, a jugar a las cartas, sólo esperan su muerte, para saber quién de ellos ocupará el sitial del alto cargo público, que dejará vacante. Pero el hecho de enfrentar a la muerte, es lo que más le preocupa, porque jamás había pensado en ella y se desespera y rebela, hasta que al fin entiende que debe aceptarla; y es, en este momento, cuando logra obtener alivio a su aprehensión y calmar sus terribles dolores, físicos y emocionales, que lo llevarán a morir en paz, con su entorno.
Leer esta obra, a más de alguno, nos hará reflexionar y meditar sobre nuestra propia vida. La obra en sí, es una gran reflexión acerca de la muerte y del significado de la vida.
Pienso, que la lectura de este relato ha sido recomendada por el Director del Taller, porque siendo una novela corta de Tolstoi, porque sí tiene novelas bastante extensas como: “La Guerra y la Paz” o “Ana Karenina”, entre otras, nos muestra la genialidad y maestría de su autor, para describir los diferentes sentimientos y sensaciones, que va experimentando su protagonista durante el desarrollo de la trama, no obstante, narrar un hecho tan cotidiano en la vida del ser humano, como es el tener que enfrentar a la muerte. En ella, también nos hace un retrato fiel del ambiente que rodea al protagonista. Además de poseer su escritura, una intensa fuerza expresiva, empleando para ello un lenguaje claro y directo, que da gran fluidez a su lectura y una poderosa tensión al relato, logrando hacernos partícipe del mismo. Todas estas cualidades, que caracterizan este relato hacen que sea una novela corta perfecta. Cualidades que también podemos encontrar, en toda la obra de este gran escritor ruso y que le han permitido trascender y ser considerado uno de los grandes escritores de la Literatura Universal, de todos los tiempos.
Son todas esas características, enunciadas en el párrafo anterior, sobre el relato corto: “La muerte de Iván Ilich”, de León Tolstoi, que hacen, que su lectura sea un referente genial de aprendizaje, para quiénes deseen escribir y lograr construir un buen relato.