viernes, 9 de noviembre de 2007

AIDA MELLA


Por qué leer “La muerte de Iván Ilich”

De

León Tolstoi


“La muerte de Iván Ilich”, es una novela corta, del gran escritor ruso León Tolstoi, (1828-1910) publicada en 1886. La obra de Tolstoi, pertenece al movimiento artístico y literario que nació en la segunda mitad del siglo XIX llamado:”Realismo”. Movimiento literario, que se caracteriza porque sus representantes, reflejan en su escritura fielmente la realidad, lo cotidiano; empleando para ello un lenguaje coloquial y crítico frente a la sociedad de su tiempo; con personajes testimoniales que retratan cabalmente a las clases sociales existentes, los oficios, los problemas que les aquejan, el entorno donde viven, etc., es decir, la realidad, tal cual es, con los problemas propios de la existencia humana. Todas estas características están, magistralmente, desarrolladas en esta novela de Tolstoi.

La novela “La muerte de Iván Ilich”, es la narración del proceso que vive su protagonista, un abogado prestigioso, que ha alcanzado el éxito profesional y económico, luego de superar algunos obstáculos y de haber alcanzado cierto equilibrio en su vida familiar, cuando desarrolla una fatal enfermedad, que lo conducirá irremediablemente a la muerte. Es, en este proceso, que se cuestiona la vida “feliz”, que hasta ese momento cree haber tenido y se da cuenta, que todo su bienestar: económico, profesional y familiar que ha logrado, carece de valor y de ningún modo le evitarán el sufrimiento físico y emocional, ni la incertidumbre de no saber cómo afrontar la muerte que ve acercarse inexorablemente. Toma conciencia, mientras está postrado y en la soledad en que se encuentra, que la vida de los miembros de su familia sigue su curso y que él se ha transformado en un estorbo para ellos; que todos, salvo un criado, le mienten al decirle que sanará; que son incapaces de consolarlo y también, se da cuenta, cómo sus amigos y colegas, con los cuales se reunía constantemente, a jugar a las cartas, sólo esperan su muerte, para saber quién de ellos ocupará el sitial del alto cargo público, que dejará vacante. Pero el hecho de enfrentar a la muerte, es lo que más le preocupa, porque jamás había pensado en ella y se desespera y rebela, hasta que al fin entiende que debe aceptarla; y es, en este momento, cuando logra obtener alivio a su aprehensión y calmar sus terribles dolores, físicos y emocionales, que lo llevarán a morir en paz, con su entorno.

Leer esta obra, a más de alguno, nos hará reflexionar y meditar sobre nuestra propia vida. La obra en sí, es una gran reflexión acerca de la muerte y del significado de la vida.

Pienso, que la lectura de este relato ha sido recomendada por el Director del Taller, porque siendo una novela corta de Tolstoi, porque sí tiene novelas bastante extensas como: “La Guerra y la Paz” o “Ana Karenina”, entre otras, nos muestra la genialidad y maestría de su autor, para describir los diferentes sentimientos y sensaciones, que va experimentando su protagonista durante el desarrollo de la trama, no obstante, narrar un hecho tan cotidiano en la vida del ser humano, como es el tener que enfrentar a la muerte. En ella, también nos hace un retrato fiel del ambiente que rodea al protagonista. Además de poseer su escritura, una intensa fuerza expresiva, empleando para ello un lenguaje claro y directo, que da gran fluidez a su lectura y una poderosa tensión al relato, logrando hacernos partícipe del mismo. Todas estas cualidades, que caracterizan este relato hacen que sea una novela corta perfecta. Cualidades que también podemos encontrar, en toda la obra de este gran escritor ruso y que le han permitido trascender y ser considerado uno de los grandes escritores de la Literatura Universal, de todos los tiempos.

Son todas esas características, enunciadas en el párrafo anterior, sobre el relato corto: “La muerte de Iván Ilich”, de León Tolstoi, que hacen, que su lectura sea un referente genial de aprendizaje, para quiénes deseen escribir y lograr construir un buen relato.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Aída: Encuentro muy interesante tu aporte, es genial que nos estén leyendo tanto...Que duda cabe que el mundillo de las letras aquí en Concepción se está moviendo gracias al Taller Edén y Lujuria...¡somos grandes! Felicidades.

Marisol Montero

Anónimo dijo...

Qué interesante que tantos personajes quieran dejar sus comentarios en este blog. ¿Qué los atrae? ¿Qué los motiva?... articulos como los de Aída Mella y otros...


R. Rodrigo

Anónimo dijo...

Aída:
Tolstoi, en este libro es simplemente genial como relata la enfermedad que finalmente lleva a la muerte a Ilich.Es un libro que cualquiera, que se precie de aspirante a escritor DEBE leer.

Nicolás Montero

Anónimo dijo...

Voy a leer el libro para opinar.


Marcela

Anónimo dijo...

Aída: Te felicito por tu comentario. Como será de bueno, que me motivaste a leer esta novela. Me esforzaré por ubicarla para leerla. Me interesa mucho eso que dices que el escritor escribe tal cual la realidad cotidiana que le toca enfrentar en relación a su situación personal de enfermedad terminal. Si sabes de alguien que me pueda prestar el libro, te agradeceré me lo digas. Malutae

Anónimo dijo...

Aída,en este artículo veo espíritus del aire; diáfanos, oníricos, serenos.
Raúl P.

Anónimo dijo...

Aída, hablar de una novela, que entre muchas otras cosas, habla de la corta duración de la vida, absorbida en la eternidad precedente y siguiente, nos hace considerar el pequeño espacio que ocupamos e incluso que vemos, abismados en la infinita inmensidad de los espacios que ignoramos, y ha preguntarnos como el protagonista;¿quién nos ha puesto aquí? ¿por orden y voluntad de quien este lugar y este tiempo han sido destinados a mí? Y sin embargo, los hombres temen a la muerte, como precio del pecado y transito al otro mundo; pero temerla, como tributo debido a la naturaleza, es debilidad. Al fin y al cabo esta novela nos retrata las obcesiones del mejor Tolstoi; el pensamiento acabado del novelista profeta que identificaba a Dios con el deseo de morir.

Por tanto, sino sabemos morir, no debe importarnos, la naturaleza nos informara en el momento mismo, plena y suficientemente; hará exactamente ese trabajo por nosotros... no nos tomemos la molestia de cuidarnos de eso.

Te felicito

Director Taller

Anónimo dijo...

Aída, hablar de una novela, que entre muchas otras cosas, habla de la corta duración de la vida, absorbida en la eternidad precedente y siguiente, nos hace considerar el pequeño espacio que ocupamos e incluso que vemos, abismados en la infinita inmensidad de los espacios que ignoramos, y a preguntarnos como el protagonista;¿quién nos ha puesto aquí? ¿por orden y voluntad de quién este lugar y este tiempo han sido destinados a mí? Y sin embargo, los hombres temen a la muerte, como precio del pecado y tránsito al otro mundo; pero temerla, como tributo debido a la naturaleza, es debilidad. Al fin y al cabo esta novela nos retrata las obseciones del mejor Tolstoi; el pensamiento acabado del novelista profeta que identificaba a Dios con el deseo de morir.

Por tanto, sino sabemos morir, no debe importarnos, la naturaleza nos informará en el momento mismo, plena y suficientemente; hará exactamente ese trabajo por nosotros... no nos tomemos la molestia de cuidarnos de eso.

Te felicito

Director Taller